Imagen promocional de la chocolatería de Patrick Roger, número uno del sector en Francia. |
En Suiza han nacido
muchas de las marcas chocolateras más conocidas del mundo: Suchard, Nestlé,
Toblerone o Lindt. Mencionemos la
fábrica Nestlé-Callier que hay en Gruyères y que se puede visitar, o
comprar en las tiendas Sprüngli deliciosos pralinés y trufas hechas a
mano.
En Francia, los parisinos tienen a gala su profesional devoción al chocolate, como tantos de sus productos ligados a su poderosa gastronomía. Cada mes de octubre celebran el Salon du Chocolat (29 de octubre al 2 noviembre 2014) y una reciente guía del París chocolatero recogía ocho reyes del chocolate: Patrick Roger, La Maison du Chocolat, Michel Chaudun, Christian Constant, Josephine Vannier, Jean-Paul Hevin, Michel Cluizel, y Pierre Hermé. En la Francia próxima a España conviene alertar de un rincón, Biarritz, que cuida con esmero la elaboración con chocolate y donde se asienta un histórico museo dedicado a este producto.
¿Y Belgica? No se queda atrás. Hace un siglo, sus maestros chocolateros descubrieron el ‘praline’, un chocolate pastilla o concha llena de chocolates delicados, y suyas son innovaciones tan destacadas como la introducción de la trufa en su elaboración. Bélgica produce hoy 172.000 toneladas de chocolate al año con más de 2.000 tiendas y 600 compuestos en los chocolates. La chocolatería más exclusiva de Bruselas se llama Pierre Marcolini y se encuentra en la plaza del Sablón. La gran diferencia de precio y sabor se encuentra en si el chocolate es artesanal o industrial. Las más vendidas son Leonidas, Nehaus y Godiva, todas de chocolate industrial.
¿Y Belgica? No se queda atrás. Hace un siglo, sus maestros chocolateros descubrieron el ‘praline’, un chocolate pastilla o concha llena de chocolates delicados, y suyas son innovaciones tan destacadas como la introducción de la trufa en su elaboración. Bélgica produce hoy 172.000 toneladas de chocolate al año con más de 2.000 tiendas y 600 compuestos en los chocolates. La chocolatería más exclusiva de Bruselas se llama Pierre Marcolini y se encuentra en la plaza del Sablón. La gran diferencia de precio y sabor se encuentra en si el chocolate es artesanal o industrial. Las más vendidas son Leonidas, Nehaus y Godiva, todas de chocolate industrial.
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